La morena y la rubia de bote

"Porque lo prometido es deuda"

De esas veces que te das cuenta desde  cuando nació una amistad. Hay veces que una se pone a pensar y va uniendo unos puntos con otros y al final optiene una gran historia de amistad.

Lo que hoy me dispongo a escribir es una historia totalmente basada en echos reales.

Cuando somos pequeños empezamos a conocer a nuestros amiguitos  y amiguitas. No siempre esos amigos y amigas con las que pasamos la mayor parte de nuestra infancia son esos que nos acompañaran toda la vida, pero también puede suceder como en la historia que contaré a continuacion que se conocieron de peques y ahora de mayor se vuelven a encontrar como amigas. Cuando eso pasa suelen quedarse ya hay aclada para siempre esa amistad.    

Ahora vamos a conocer esa maravillosa historia.....  


Una de esas tardes de primavera en las que como cada sábado tocaba ir a ensayar......

 Esa tarde no fue como todas aquellas que ya pasaron. Esa tarde esa niña morena con los rizos de oro, sus ojillos verdes y su sonrisa que florecia como la primavera comenzó a hablar con una chica rubia y con los ojillos azules. Célia se presento a la chica rubita que se llamaba Anne. Desde aquella misma tarde hubo algo que unio sus vidas hasta el día de hoy. Durante aquellos maravillosos años en los cuales Célia seguia yendo a ensaya siempre sonreia con esa sonrisa peculiar a Anne. La mayor alegria de las dos chicas fue cuando les tocaba bailar juntas en las que si que era un festival de alegria, no se paraban de reir.

En aquellos años las dos se pudieron dar cuenta que la amistad es algo que llega sin previo aviso y que si funciona dura para toda la vida. Y asi sucedió, Célia fue conociendo un poquito mas a Anne y viceversamente. Las niñas de poca edad jugaban y compartian su rutina durante todas aquellas tardes y deseaban a que llegara la hora de ir a ensayar para poder verse y poder disfrutar bailando con esa amiga que conocio gracias a bailar y con la que se divertia a la hora de bailar o de echarse unas risa tan solo al mirarse.

En un día de invierno en el que a Anne le parecio demasiado nublado y de tormenta al enterarse de que Célia dejaba los bailes y ya no podría verla mas, ensayar y disfrutar como comunmente hacia. Anne confió en si misma en que algún día se volverian a encontar y que cuando ese día llegara Célia no se volveria a ausentar de su vida.

Durante algunos años la niña rubita siguio ensayando sin su amiguita con la que compartio tantos momentos. Ella siguio su vida pero se le quedo ahi clavada esa espinita de volver a ver a su amiga de los rizitos de oro.

Cual fue el asombro de Anne cuando se entera que la niña de los ojos verdes esperanza volvió a aparecer en su vida porque se unió a su grupo de amigos. Otra vez una tarde de primavera en esas que comienza un nuevo florecer, comenzó a florecer de nuevo su amistad después de años.

Ellas siempre se recordaban como las niñas de los bailes. Pero después de varios años comenzaron juntas un nuevo camino a seguir donde como en cada camino siempre se puede caminar tranquilo porque no tiene curvas ni hollos o en el que al contrario hay que pasar por eso baches y malas curvas.

Poquito a poco fueron forjando la amistad, a esta edad que ya tenian como adolescentes que era empezaron a conocerse mas de lo que se conocian. Lo típico se contaron aquello mas importante sobre aquellos años que estuvieron separadas y pronto retomaron su amistad. Desde aquellos primeros dias entre las dos compaginaron perfectamente, se notaba cuando la peña de amigos se enfadaba y ellas eran las únicas que nunca se enfadaban.

Tanto Célia como Anne se comprendian muy bien la una a la otra y siempre que una estaba triste la otra siempre le hacia sonreir y que pasara de aquello que le hacia estar mal......


Continuará.....